Caminar por el mundo del clown,
Sin pretender más nada, que aprender.
Levantar la mirada, la nariz, el niño y sentir que en el rostro de la gente aparece otro clown, otro niño.
La del circo, la de feria, el jazz, la clásica, el blues, la del silencio, la que produce la ciudad, pero sobre todo la de la risa.
Las que me hagan reír con cosas serias;
En las que aparecen otros clown;
En las que el llanto sea otra forma de alegría; Las que me hacen sentir que sigo vivo.
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